El Mercedes Clase R fue uno de esos modelos que, si hubiera nacido unos años más tarde, habría tenido un destino diferente. Este vehículo estaba cargado de argumentos para triunfar, pero llegó en el momento equivocado. En este artículo, exploraremos las características y el potencial del Mercedes Clase R, y analizaremos por qué no logró alcanzar el éxito esperado.
Un Experimento Arriesgado
El Mercedes Clase R fue presentado en el Salón de Nueva York en 2005. En aquel entonces, España vivía en plena burbuja inmobiliaria y existía la creencia de que la economía española crecía. Mercedes entendió que un vehículo grande que ofreciera el confort y el lujo de un Clase S y las capacidades de un monovolumen tendría cabida en el mercado de ese momento. De esta forma, pretendía captar clientes de diferentes segmentos: familiares, monovolúmenes, todoterrenos, etc.
Estéticamente, el Clase R era una mezcla de varios conceptos. Tenía las formas típicas de un monovolumen, con un capó inclinado, un pilar A que prolongaba la línea del capó que en una berlina y un portón trasero vertical. Además, tenía una mayor altura libre al suelo, pero carecía de protecciones de plástico negro en los paragolpes y pasos de rueda. Todavía no existían los todocaminos.
Espacio y Confort sin Igual
Por dentro, el Clase R ofrecía un espacio excepcional. Gracias a una distancia entre ejes de 3,21 metros, el espacio para los pasajeros era enorme, incluso en las versiones de siete plazas. Los asientos traseros individuales se plegaban hacia abajo, cada uno de manera independiente, para crear un espacio de carga gigantesco y plano, capaz de alcanzar un volumen de 2.057 litros. Además, contaba con opciones de modularidad que permitían adaptar el espacio según las necesidades.
En cuanto al equipamiento, las plazas traseras disponían de un avanzado sistema de climatización bizona Thermatic y, opcionalmente, se podía elegir un climatizador multizona. También contaban con un reproductor de CD y DVD en los reposacabezas delanteros y, como opción, se podía incluir un techo solar panorámico que permitía la entrada de mayor luz y aire fresco cuando se quería.
Potencia y Eficiencia
El Mercedes Clase R estaba disponible con una gama de motores estructurada en dos versiones diésel y cuatro de gasolina. La gama diésel la componían el R 280 CDI y el R320 CDI, ambos con bloques V6 de 190 y 224 CV, respectivamente. Las opciones de gasolina eran el R 280, R 350, R500 y R63 AMG, con 231, 272, 306 y 510 CV, respectivamente. Todos los motores se asociaban a un cambio automático 7G-Tronic de siete relaciones que transferían toda la potencia a las cuatro ruedas de manera permanente.
Gracias al sistema de control electrónico 4ETS, al ESP y a la suspensión neumática del eje trasero, el nivel de seguridad y confort en carretera era elevadísimo. Adicionalmente, estaba disponible la suspensión Airmatic con amortiguadores adaptativos.
Un Posicionamiento Difícil
A pesar de todas estas características y prestaciones, el Mercedes Clase R tuvo un posicionamiento difícil en el mercado. Era un coche caro, dirigido a un uso familiar con hasta siete plazas y disponible con dos longitudes, algo que la marca ya ofrecía en los Clase ML y GL, aunque con otro aspecto. Esto generó confusión entre los consumidores, quienes no sabían si el Clase R era un monovolumen, un familiar o un SUV.
Además, cuando el Clase R llegó al mercado en 2006, el segmento de los monovolúmenes ya empezaba a flaquear un poco. A esto hay que sumar la crisis financiera que llegó dos años más tarde y que contribuyó a que el modelo se vendiera poco en Europa y Estados Unidos, mercados a los que iba destinado principalmente. Curiosamente, fue en China donde consiguió mejores cifras de ventas.
Un Potencial Desaprovechado
A pesar de ser un vehículo excepcional, las ventas del Mercedes Clase R nunca fueron buenas. El mejor año, 2007, solo se vendieron algo más de 13.000 unidades. En 2011, Mercedes presentó un lavado de cara, pero el Clase R estaba sentenciado de muerte y fue retirado del mercado europeo en 2013, manteniéndose un poco más en Estados Unidos y China.
Si el Clase R hubiera nacido una década después, es posible que hubiera tenido un mayor éxito. En la actualidad, la tendencia de mezclar varios segmentos en uno es muy popular, y el Clase R podría haberse beneficiado de esta tendencia.
En resumen, el Mercedes Clase R fue un vehículo excepcional que no alcanzó su potencial debido a diversos factores, como su posicionamiento en el mercado, la crisis financiera y la evolución de las preferencias de los consumidores. Aunque no logró el éxito esperado, su diseño innovador y sus prestaciones avanzadas lo convierten en un modelo digno de reconocimiento en la historia de Mercedes-Benz.